sábado, 2 de octubre de 2010

Arrancame la cascarita de la oreja

en la mitad de una comedia romántica.

Llename las mañanas de mermelada,

indigname con tus opiniones políticas

y aburrime con tus posiciones

de manual.


Tragame sin agua,

dibujame las curvas con tiza institucional

y jugame al doble cero

en todos tus mareos.


Mirame bizco,

callame con caramelos

dormime en tu barba

afiname en el medio de un ensayo.

Atame los cordones en Florida

la víspera de Navidad.


Dame de comer

un ratito más.